miércoles, 30 de enero de 2013
Día Internacional de la Lucha contra la Lepra
El día Internacional de lucha contra la Lepra se conmemora desde hace 59 años. Es importante reflexionar que apesar de que se considera una "enferemedad olvidada" en el mundo aun persisten 250 mil casos de lepra al año...
La lepra es transmitida por el enfermo o portador al hombre sano, pero debidamente tratada, resulta difícilmente contagiosa, es necesario un contacto muy estrecho con el enfermo, además de malas condiciones higiénicas y alimenticias.
La enfermedad es causada por el bacilo de Hansen o Mycobacterium leprae. Tiene forma de bastoncillo y extremos redondeados y puede invadir cualquier órgano a excepción del Sistema Nervioso Central. Es particularmente abundante en mucosa de la faringe que corresponde a la boca, en la piel, especialmente en las áreas más frías como orejas, dorso de los dedos, codos, etc. y en los troncos nerviosos periféricos. Generalmente tarda de 3 a 5 años en incubarse, aunque hay casos de bebés de 6 meses que la padecen.
Los enfermos de lepra suelen manifestar grandes manchas y nódulos en la piel. Pasado un tiempo, los síntomas anteriores derivan en graves deformaciones y secuelas irreversibles que hacen que las personas afectadas y sus familias sean marginadas hasta el aislamiento, esto debido a la “reputación” que tomó esta enfermedad considerada siempre como “maldita” y misteriosa, lo que genera un rechazo hacia los enfermos que va más allá de la discriminación y la deshumanización, al negarles todo contacto social y muchas veces la atención que se merecen. Ciudades amuralladas o aislamiento en islas o lugares apartados, eran la forma de recluir a los enfermos, aún en el siglo XX, en donde el temor llevaba a la gente a enterrarlos boca abajo para que no resucitaran o a tocar una campana cuando alguno se acercaba.
Afortunadamente, los prejuicios relacionados con esta enfermedad han disminuido en la mayoría de los países, aunque todavía la personas afectadas tienen que seguir luchando contra el rechazo social que despierta su terrible enfermedad, que gracias a los avances de la ciencia, ahora es curable, ya que en 1986 se descubrió un tratamiento que permite la curación de los enfermos. Gracias a la “Multy Drug Therapy” (Terapia mediante Múltiples Medicinas), el 80 % de los contagiados logra curarse. El tratamiento consiste en la suministración de una combinación de medicamentos como Rifampicín, Dapsone y Lampren, junto con una sobrealimentación que les permite soportar el efecto de estos fuertes fármacos.
Entre los síntomas están:
- Fiebre.
- Pérdida de apetito.
- Malestar general, decaimiento y postración.
- Lesiones en la piel en forma de manchas de color “hoja seca” o rojizas con centros pálidos, escamas, úlceras o cicatrices en la cara, brazos y piernas.
- Otro síntoma puede ser falta de sudoración y producción de grasa en la piel, lo que ocasiona mucha resequedad.
- La pérdida de la sensibilidad puede presentarse antes de otras manifestaciones, perdiéndose primero la sensación térmica, después la táctil y finalmente la del dolor, hasta llegar a la anestesia total de la zona. Con excepción de las regiones más calientes del cuerpo, como son las axilas, ingles y la línea media dorsal.
Los trastornos motores se manifiestan primero por una pérdida de fuerza de los músculos y luego por su atrofia hasta llegar a una parálisis.
- Las bacterias pueden afectar el movimiento de los párpados y la producción de lágrimas, lo que puede llevar a la sequedad en la córnea, úlceras en los ojos y ceguera.
- Anestesia de las lesiones, es decir, no duelen debido a la destrucción de las terminaciones nerviosas sensitivas.
- Parálisis por destrucción de las fibras motoras en las partes afectadas.
- Manos en forma de garra.
- Pie caído, que impide caminar adecuadamente
Existen diferentes tipos de lepra dependiendo de su evolución y daño: Lepra lepromatosa, es de evolución crónica y progresiva. Las lesiones se presentan en cualquier parte del cuerpo, aunque predominan nódulos en las articulaciones, las regiones ciliares, mejillas, glúteos y miembros superiores e inferiores. Un signo característico de este tipo de lepra es la alopecia o caída del cabello, que es generalizada o localizada en cejas y pestañas. La Lepra tuberculoide, es la forma más común, es benigna y se desarrolla cuando el organismo muestra resistencia al bacilo infecciosos, que evita su desarrollo. Es regresiva por lo que en algunos casos puede curarse de manera espontánea. Y la Lepra limítrofe o dimorfa, combina las características de las dos anteriores.
Mediante el análisis de sangre llamado Elisa, se puede establecer el diagnóstico precoz de la enfermedad en personas de alto riesgo, ya que algunos enfermos de lepra no manifiestan los primeros síntomas hasta pasados entre dos y siete años. Este proyecto se lleva a cabo sobre todo en los niños.
Existen varios medicamentos autorizados por la OMS, para el tratamiento del a lepra que deben administrarse en forma combinada y por largo tiempo, dependiendo del tipo de letra y la evolución del enfermo el tratamiento va desde 6 meses hasta 2 años.
Dado que son medicamentos muy fuertes, se debe tener especial cuidado en las reacciones secundarias, sobre todo en los niños. Las manos, los pies y los ojos deben ser vigilados con cuidados especiales, ya que debido a la pérdida o disminución de la sensibilidad, pueden estar expuestos a lesiones, piquetes y otros problemas sin darse cuenta.
Fuente: Día Mundial de la Lepra: Enfermedad con muchos prejuicios
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