![11-03-14 reforma educativa 3](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_vJ7oEF5McTCxGiqPdif0EPPumiu8uWupeDkJhEFJL4MrCjKRRKky6Yx5VQ1bVvRB06jyStOj-Vm-uWwJwE72C76ykl3Rh4fmfqK2yv77v6tiJeEr44qABsy3uq0VuY-xaxsakNxV38H8cn1QLT5GAxgx0nT67NcSX7DpTpgKH7xO5dFXI3qojWuiZBYlmjX0uLTg=s0-d)
El Programa Internacional para Evaluación de Estudiantes –PISA por
sus siglas en inglés- fue lanzado en 1997 por la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con el fin evaluar cada
tres años los sistemas de educación en diversos países del mundo.
A través de PISA, estudiantes de 15 años son evaluados en tres áreas: lectura, matemáticas y ciencias sociales.Cabe
resaltar que PISA no analiza programas escolares nacionales, únicamente
evalúa los conocimientos, las aptitudes y las competencias que son
relevantes para el bienestar personal, social y económico.
México
participa en ésta evaluación desde el 2000 con resultados francamente
poco alentadores, ya que de una evaluación a otra, en lugar de mejorar,
nuestra tendencia ha sido consistentemente hacia la baja.
Fue así
que en su “debut” PISA, México ocupó el lugar 27 en Matemáticas, en 2003
cayó al lugar 29, en 2006 ocupó el 30 y en 2009 descendió notoriamente a
la posición 46.
En Lectura, en el 2000 nuestro país se ubicó en
el lugar 27, en tanto que en 2003 y 2006 ocupamos el 29 y tres años más
tarde -2009- México nuevamente se precipitó hasta el lugar 44 en la
tabla de los países participantes.
Y en Ciencias Naturales la
historia no fue muy distinta. En 2000 fuimos el lugar 27, en 2003 caímos
al lugar 29, en 2006 nos deslizamos al 30 y en 2009 tropezamos con la
misma piedra hasta caer al lugar 46. La más reciente evaluación de
la prueba PISA se aplicó a finales del mes de marzo de 2012 y sus
resultados los conoceremos en el transcurso de los próximos meses.
En
síntesis: evaluación tras evaluación, los estudiantes mexicanos de 15
años han disminuido su capacidad para adquirir las herramientas
necesarias para integrarse y competir en una economía global.
Nuestros
resultados contrastan significativamente con los obtenidos por los
niños finlandeses que, de acuerdo a los últimos resultados de PISA, el
día de mañana estarán entre los profesionistas mejor preparados del
mundo. Javier Melgarejo, Psicólogo Escolar, tiene mas de 10 años
estudiando el sistema educativo en Finlandia y destaca lo que, a su
entender, son las principales causas por las cuales éste país es un
modelo a seguir:
Durante los primeros seis años de la primaria los niños tienen en todas o en la mayoría de las asignaturas al mismo maestro. Es una manera de fortalecer su estabilidad emocional y su seguridad.
Hasta 5º año no hay calificaciones numéricas. No se fomenta la competencia ni la comparación entre alumnos. La educación es gratuita desde preescolar hasta la Universidad. Incluye
clases, comedor, libros y material escolar. Si alguien lo pierde está
obligado a pagárselo.
Encajan tres estructuras: familia, escuela y recursos socio-culturales.
Los padres tienen la convicción de ser los primeros responsables de la
educación de sus hijos. 80% de las familias van a la biblioteca el fin
de semana.
Elevada calificación académica del profesorado. Los finlandeses consideran que el tesoro de la nación son sus hijos y los ponen en manos de los mejores profesionales.
Los mejores docentes se sitúan en los primeros años de enseñanza.
Se considera que a los 7 años el alumno está en la fase más manejable y
es cuando realiza algunas conexiones mentales fundamentales que le
estructurarán toda su vida. Por eso se considera esencial seleccionar a
quien ayudará en este proceso.
Para ser maestro se necesita una alta calificación y una dosis de sensibilidad social.
Se le exige más de un 9 sobre 10 en sus promedios y se valora su
capacidad de comunicación y de empatía, un resumen de la lectura de un
libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de
aptitudes artísticas, una prueba de matemáticas y otras de aptitudes
tecnológicas.
La educación es la llave para el desarrollo de un país. Finlandia dedica del 11 al 12% de los presupuestos del estado y los ayuntamientos a financiar su modelo educativo.
Para
que México deje de ocupar los últimos lugares en materia educativa, es
fundamental que gobierno, maestros, sindicatos, padres de familia,
organizaciones sociales, partidos políticos, medios de comunicación y
todos los actores involucrados, asumamos un profundo compromiso para
superar el enorme rezago en cantidad y calidad educativa, tanto en el
ámbito público como en el privado.
No es admisible seguir poniendo
a nuestros niños, jóvenes y profesionistas mexicanos en la situación de
profunda desventaja en la que hasta ahora se encuentran para enfrentar
los retos del mundo globalizado.
Sin duda que el esfuerzo y el
compromiso tendrán que ser de largo alcance, pacientes y poniendo en el
centro de la transformación educativa a la reducción de las brechas y
las desigualdades sociales.